jueves, 2 de julio de 2009

Amor inteligente. Primera parte

Hace ya algunos días, he estado hablando de "enamorarse inteligentemente"... Muchos saben su significado, otros se quedaron con la duda, hoy lo explicaré.

Antes que cualquier cosa, debo clarificar que cualquier cosa que diga, es mi punto de vista, es como me funciona la vida, y es lo que quiero creer, es en lo que creo. Cada quien, tendrá su verdad, su mundo... Y la felicidad es relativa, cada quien tiene su concepto de felicidad...

Otro punto a clarificar, es que el amor, no es lo mismo que el enamoramiento. El enamoramiento, viene antes del amor, es la etapa donde piensas que hasta las flatulencias le huelen a rosas. Es cuando te vuelves literalmente ESTUPIDO. El amor, por otro lado, es cuando te quitas la venda de los ojos, cuando sabes que eso que te olía a rosas, no tiene nada que ver con un "suspiro de una nalga enamorada". Que es solo un gas proveniente de tu estómago, con olor a pura mierda. Es cuando ya sabes como es su aliento recién despierto, cuando sabes que los pies le huelen, y desearías que fuera a puro queso, pero no lo es. Es entonces, que conoces todos estos puntos de su vida, y más, pero ahí está el verdadero secreto del "amar".

Amar es un verbo, una acción... Mientras el enamoramiento es un estado de ánimo. Amar lo haces. Lo decides. Y aunque es relativamente dificil, puedes dejar de hacerlo. Entonces, es cuando tu enamoramiento se va, cuando descubres la (cruda?) realidad, y tu decides, si aceptas permitirte a ti mismo amarle.

Esto sería un ciclo "normal", pero que pasa cuando estas cansado de ese enamoramiento estupido? Cuando quieres conocer a esa persona totalmente, y -depende de lo que descubras- decidir amar o no. Eso, lector, es enamorarse con inteligencia.

Ahora, hay quiénes aún cuando ya decidieron amar, siguen en su estupidez, siguen rigiendo su amar por un enamoramiento. Y eso no es correcto. Por que eso da pie a relaciones insanas, ejemplificando, las relaciones dependientes, o las co-dependientes, que llegan a ser (auto)destructivas.

Por lo cual, no solo se puede enamorarse con inteligencia, sino que se DEBE amar inteligentemente. Aunque las relaciones siempre son y serán de complementarse uno al otro por lo menos en cierto aspecto de la vida de cada uno, ahora las cosas ya no se tratan de encontrar a tu media naranja, ahora es: "Yo soy una naranja, tu un limón, vamos a hacer un jugo delicioso!"

A lo que me refiero, es a que ya no podemos permitirnos entregarnos con los ojos vendados. No estoy en contra de la entrega total, pero entiendo que hay que hacerlo con inteligencia.

(fin de la primera parte, si consigo 5 comentarios, publicaré la segunda parte, de otro modo, abortare la idea)